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viernes, 27 de mayo de 2011

CAPITULO 8

¿Amor o amistad?

Como Leandro dice en esa carta, ese filin hacía ese amigo ¿por qué fue? Él lo miraba siempre de una manera muy cariñosa, siempre a los ojos, y siempre se daban muchos brazos. Dos personas no congenian tanto si no es por atracción. Ese cariño no era solo amistad. Siempre quedaban casi todos los días para salir con el coche se iban a un lugar muy bonito y muy lejos del pueblo, claro no pasaba nada, este amigo le cantaba canciones a Leandro pero no eran simples canciones, sino pastelosas, de las que acabas abrazados o dando un beso en las mejillas. En una ocasión Leandro muy bebido lo tapo, le hecho una toalla en lo alto y lo beso. Simplemente nada no sé por qué lo hizo se arrepintió mucho de esa ocasión, pero no sé si eran imaginaciones de él, esto hizo un acercamiento más profundo entre ellos, el siempre hablaba de chicas con él, pero era como si un santo hablase de dios, es lógico hacerlo, el veía que siempre que estaba con Leandro disfrutaba al máximo, se lo pasaban súper en grande, vieron muchas series y sagas de películas, comieron muchas palomitas. Esto a cualquier lector le parecería la historia de dos chicos, pero que va. Leandro veía en el algo muy especial, pero el solo le seguía el royo, la amistad esa convertida en amor de hermanos era solo una gran MENTIRA.

Leandro era una víctima de su supuesto amigo, lo que marca mucho a la persona es la conveniencia, Leandro tenía que quedar con él la noche de antes, porque quedar con este amigo era como coger una moneda al vuelo, quien la cogiera primero se llevaba el premio, bueno en todo caso su presencia…pero claro esto hacia a que el amigo se creciera mas. También Leandro le hacia la pelota un poco, para no se verlo más contentillo, le decía que cantaba muy bien, siempre le animaba diciéndole mentiras, porque él le decía “tío creo que esta muchacha me mira” y Leandro siempre decía sin mirar “tío es verdad venga ve a por ella” todo estas mentiras ayudo a este muchacho a creer en el. Pero todo absolutamente todo que le contaba de las muchachas era mentira, a lo mejor le decía” “me ha dicho Carmen, Silvia… que eres muy guapo” todas esas exageraciones no sé por qué se las decía Leandro, pero siempre salía bien del cuento, Leandro llegaba a creérselo alguna vez por momentos. Veía que su mentira se hacía realidad. Pues como eran tan amigos siempre iban juntos, disfrutaron ferias, semana santa, navidades…. Hasta que Leandro se dio cuenta de que esa amistad era toda por conveniencia, ya que ese amigo le faltaba mucha picardía, y la que tenia se le fue, Leandro vio que esa imagen supuesta de niño buena de esfumo quemándose en la nada. Leandro tuvo la mala suerte de irse con él a un piso para estudiar, pero esto le ha hecho de creer mas en él y no refugiarse en nadie que no valga la pena. Porque amigos así hay muchos, y la convivencia mata lo que queda

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